PIERO MANZONI, LA “MERDA D’ARTISTA”

“Todo lo que escupe el artista, es arte”. Kurt Schwitters

Entre la seriedad del minimal art y la obra de Sol Lewitt o Joseph Kosuth, aparece su contraparte Italiana e irónica, Piero Manzoni.

Parte de los mismos principios del arte conceptual, con el mismo fundamento y plataforma, donde la idea es más importante que el objeto final, e incluso va mas allá de la idea Yves Klein “Donde todo puede ser arte si yo lo decido”, el afirmaba que todo lo que saliera del artista, era por consiguiente arte.

Evidentemente hay una polarización increíble con este artista, hay gente que lo considera un genio, un revolucionario, otros simplemente un oportunista y charlatán. La realidad es que puede ser las dos cosas.

Aunque su educación artística fue autodidacta, desde joven estuvo ligado al mundo del arte. Incluso su familia era amistad de Lucio Fontana, el fundador del Spazialismo, con el cual tuvo relación desde pequeño para posteriormente exponer junto con él.

En 1958 expuso con Lucio Fontana y Enrico Baj. Colaboró con los artistas Enrico Castellani y Agostino Bonalumi. En 1959 fundó el periódico Azimuth y la Galleria Azimut.

En sus inicios como artista tiene obra muy interesante ligada al minimalismo. Superfici acrome de 1957, se tratan de piezas de grandes superficies textiles blancas embebidas de cola y caolino (arcilla componente de la cerámica). Cuadros siempre blancos en formatos horizontales normalmente, con pliegues, cortes y texturas muy interesantes con clara influencia de los artistas Lucio Fontana, Alberto Burri y Robert Rauschenberg. Obra que fué fundamental en la conceptualización del arte povera italiano.

Posteriormente los Acrome fueron evolucionando en su conceptualización incluyendo diversos materiales como algodón, lana, fibra de vidrio , piel de conejo y migas de pan. Experimentó además con pigmentos y cloruro de cobalto para que los colores fueran cambiando con la oxidación en el transcurso del tiempo.

En 1961 crea Socle du Monde, “La base del mundo, homenaje a Galileo”. Un gran cubo de acero colocado al revés del sentido en que fue diseñado en un campo de Dinamarca. Donde se anuncia que todo el mundo es una obra de arte, por lo cual el artista se vuelve obsoleto.

Se dice que la obra de Manzoni cambió radicalmente después de conocer el trabajo de de Yves Klein en especifico con la exposición ‘Epoca Blu’ en la Galleria Apollinaire de Milán, enero de 1957, donde conoce los famosos monocromos YKB.

En este momento su estilo se volvió más radical, insolente y desafiante. Superó la superficie del cuadro y propuso una serie de obras provocadoras e incluso irrisorias que lo catapultarían a la fama, para bien o para mal.

Una de sus primeras piezas desafiantes se trata del Fiato d’Artista, una serie de globos, los rojos son los más conocidos, que están inflados y unidos a una base de madera con el texto “Piero Manzoni-Aliento de artista”.

Germano Celant comentaría al respecto que se trata de una crítica al consumismo con un sentido romántico y sagrado, “al vender su aliento, su alma”. “En su obra se distingue el objeto y la acción, el cuerpo del artista. El montaje quiere decir que no es sólo un artista moderno, sino contemporáneo, que sigue vivo entre nosotros”.

El 21 de julio de 1960, Piero Manzoni presentó en la galería Azimut una de sus performance más afamadas: “Consumazione dell’arte dinamica del pubblico divorare l’arte” . Donde Manzoni firma con una huella digital de su pulgar algunos huevos cocidos que serían comidos por el público asistente. Su lógica decía que al ingerir una obra de arte, el sujeto se convertía en una obra de arte como tal, e incluso sus desechos serían arte. Algo así como la materia no se crea ni se destruye simplemente se transforma.

En lo personal se me hace muy interesante el concepto de Magisk Sockkel, (las bases mágicas) plataformas diseñadas por el artista donde al colocar cualquier objeto se convierte en una obra de arte por sí misma. O las esculturas vivas, personas sobre las que Manzoni firmaba en alguna parte de su cuerpo y entregaba un certificado de autenticidad como obra de arte.

El mismo Umberto Eco tiene el privilegio de haber sido nombrado por el artista como una auténtica obra de arte.

En definitiva la obra que se lleva las palmas es Merda d’artista. En Mayo de 1961 realizó esta pieza formada por 90 latas selladas con 30 gramos de excrementos del artista, firmadas e inventariadas. Las cuales tenían el mismo precio que un gramo de oro de la época. Será ridícula u obscena la pieza, pero hace un par de años se vendió una lata en más de 100,000 libras en Londres.

“Es una broma, una parodia del mercado del arte, y una crítica del consumismo y los residuos que genera”.

Las obras continuaron en éste tenor con la obsesión de Manzoni con los límites del mundo físico, la parodia y la crítica del mundo arte, la obsesión del arte por la permanencia, el costo comercial de la obra y el estilo de vida contemporáneo, serían temas recurrentes en su obra hasta 1963 que murió súbitamente por un infarto en su estudio en Milán.

Pocos son los artistas que han logrado en muy pocos años consolidarse en las grandes ligas del arte. A Manzoni le fueron suficientes 6 años (1957-63) para ser parte de la historia del arte y que hoy estemos hablando de él. El pintor que criticó el consumismo y llegó a convertirse él mismo en una obra artística hoy es motivo de discusión.

Quizá fue una tomadura de pelo su arte, o una verdadera revolución en sus fundamentos mismos, como añade Germano Celant , “No es polémica. Representa un cambio de lenguaje en el sistema del arte, de una persona que tiene conciencia como artista de que es un objeto y capaz de producir objetos. En este sentido es una escultura viviente, como las griegas eran de mármol, y las dos son clásicas”.

No hay que complicarnos la existencia hay que apreciar el arte como tal, ser menos analíticos y mas viscerales, estar abiertos a nuevas manifestaciones y propuestas. El arte no es un ente completo, único, terminado u homogéneo. De vez en cuando aparece un loco que nos tumba nuestros fundamentos y nos molesta. Como diría Piero Manzoni, “No hay nada más que decir, sólo hay que ser, sólo hay que vivir”. La historia ya nos dará la razón, o no.

1. La Consumición del arte dinámica del público devorar el arte.
2. Stephen Bury.
3. Comisario de arte en la Fundación La Caixa de Madrid