Pabellón Radio Arquitectura
Close“El mundo es un escenario”. William Shakespeare
El proyecto parte de modificar el concepto original de la transmisión de la información por medio de la radio, donde desde lugares ocultos y muchas veces desconocidos se genera la información de la cual uno sólo escucha el resultado mas no es consciente del evento que lo produce.
Reinterpretamos el concepto del modelo del Teatro de Shakespeare para desarrollar nuestra propuesta, el cual parte de la premisa que tanto los espectadores como los actores forman parte de la obra. Con este fin elegimos una estructura envolvente de sala donde existe la posibilidad de estar en continua interacción público/ponente (y viceversa) donde el público pueda estar de pie y pueda trasladarse al sector que le resulte más atractivo, enriqueciendo así la experiencia.
El (los) ponente(s) al centro del espacio tiene(n) la opción de desplazarse en el escenario central donde el espectador se encuentra en diferentes posiciones y alturas creando entre ambos tensión y un flujo constante de información, como el flujo de electrones que hacen posible la generación de las ondas electromagnéticas que permiten la transmisión del sonido en el aire.
Como opción volumétrica se elige una forma básica como punto de partida, el círculo, figura muy poco vista en este tipo de proyectos. El objeto se posa desde los límites de la planta cuadrada y se deslinda de sus vecinos generando perspectivas adicionales para ver y ser visto.
La apuesta de tener un cilindro horadado por la sucesión continua de polines de madera apuesta por la contundencia de la figura, su permeabilidad visual y las múltiples sombras generadas desde el interior y exterior. El interior se rebela pausadamente, controla la información de su contenido creando expectativa a las personas que circulan a su alrededor.
La forma cilíndrica es deliberadamente afectada topográficamente generando un espiral ascendente en el interior posibilitando multiplicidades de escenarios, puntos de vista, distancias, isóptica y panóptica, generando una experiencia diferente al usuario según desde la posición donde se encuentre.
El ingreso se resuelve mediante la remoción de 5 módulos de polines ensamblados de manera tangencial al límite del área del stand. Aprovechando los espacios resultantes de la elevación de la espiral se generan los espacios de guarda, la cabina de audio y junto al acceso el espacio de exposición para productos HP, el cual tiene presencia desde el exterior del pabellón.
En los cantos de los polines mediante vinyl se pretende grabar el nombre del pabellón así como el de sus patrocinadores master. Completando el tema de los patrocinios sobre el anillo interior que limita el escenario se grabaría con el mismo vinyl los nombres y logos de los patrocinadores como se aprecia en la vista interior.
El sistema de construcción es sumamente sencillo. Se utiliza una base a manera de zócalo en PTR compuesta en cuatro paneles de 3 x 3 m atornillables entre sí, con un doble anillo de ángulo rolado en el cual se van atornillando la estructura base de polines que sostienen el piso del pabellón y la banca perimetral ascendente.
Los muros son construidos con 90 polines de 4×6” sobre los cuales se ensambla la plataforma (piso) con el mismo perfil que va generando los escalonamientos de 15 cm (6”) entre plataforma y plataforma. El escenario central al igual que la banca perimetral es recubierta con Panelart, de una sola cara en color blanco, siendo éste el único elemento en color del pabellón.
El elemento de unión entre madera y madera son ángulos en acero que se atornillan facilitando el montaje y desmontaje del pabellón. No cuenta con ningún elemento pegado o clavado que se tenga que destruir para un futuro uso.
La caducidad prematura es un elemento inherente a la construcción de un pabellón, aunque la historia nos ha dado ejemplos de construcciones que se rechazan a morir como se tenia previsto, teniendo una vida útil adicional a lo estimado.
De acuerdo a una conciencia eco sustentable necesaria a los tiempos en que vivimos, se plantean opciones alternas de uso de nuestro pabellón. Canalizar los esfuerzos y recursos en pro de una nueva función tan dispar como mobiliario urbano de descanso, un bar móvil, o un juego de niños en un parque público.
Ya lo había advertido Joseph María Montaner en su libro La modernidad Superada, que los lugares ya no se interpretan como recipientes existenciales permanentes, sino que son entendidos como focos de acontecimientos. La arquitectura se ha transformado en un contenedor neutro donde por medio de sistemas de objetos, maquinas y equipamientos se configuran unos interiores modificables y dinámicos. Dejemos a nuestro pabellón en estado libre para que sea el usuario y la misma naturaleza la que lo adapte, lo modifique y lo reutilice en un futuro de acuerdo a sus nuevos requerimientos.
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