Bansi - Taller de arquitectura

Sucursal bancaria BANSI. Se propone como ejercicio la inmersión de una institución bancaria a un espacio verde, residual y contenido en un contexto altamente urbano dominado por la escala doméstica. La institución, BANSI. Un pequeño banco regional netamente tapatío con una nueva propuesta bancaria, institucional y de servicios. Teniendo como principios la seguridad, la creatividad y la responsabilidad. El programa se divide en 3 áreas principales: el área pública en la cual se exponen los productos financieros, la publicidad y la atención al cliente. El área de seguridad que se refiere a los espacios de almacenaje de dinero e información; Y finalmente, el área administrativa la cual es apéndice y da servicio al área de seguridad.

La propuesta parte de las dualidades que presenta esta institución bancaria: seguridad y creatividad, democracia y resguardo; una transparencia ficticia que se resuelve por medio de una composición de volúmenes con un carácter autónomo: un paralepípedo y una inserción sólida. Objeto que aparece como un contenedor atópico, autoreferencial donde el continente se presenta como una membrana transparente, flexible e inmaterial (levedad).

Es la parte pública y democrática de la institución. Y el contenido que aparece como un gran bloque sólido, homogéneo y confinado; el cual representa la pesadez institucional y administrativa que alberga la parte dura y programática de la propuesta.

El banco se levanta por medio de pilotes del nivel del suelo, además se hace un talud pétreo que libera el objeto del terreno, obteniendo una caja traslúcida suspendida con las condiciones necesarias de privacidad y seguridad que necesita una sucursal bancaria.

El terreno destinado para esta sucursal es demasiado grande en comparación a los metros cuadrados solicitados en el programa (condicionante intencionada). Esta propuesta pretende trabajar en una franja del mismo en el lado menos expuesto al contexto. El trabajo se centra en la idea de trabajar los bordes del terreno para liberar el resto programáticamente y dar la opción del uso de parque de la comunidad, que originalmente lo tiene, o el fraccionamiento para futuros usos previstos.

Este ejercicio plantea una nueva tipología de institución bancaria, el banco virtual. Donde como la mayoría de los espacios públicos contemporáneos son reducidos a simples funciones de autoservicio. El banco pierde su condición de ‘bóveda sólida’, de lugar de almacenaje para convertirse en un contenedor de operaciones digitales y efímeras donde el dinero deja de ser material, ya que pierde la necesidad de ser ‘real’ por medio de las transacciones inmateriales.